viernes, 12 de octubre de 2012

La Catedral de Cartagena de Indias celebra su cuarto centenario


A pesar de todas las dificultades que tuvo para finalizar su construcción, la Catedral Basílica Metropolitana de Santa Catalina de Alejandría, conocida coloquialmente como la Catedral de Santa Catalina de Alejandría cumple este año 2012 cuatrocientos años desde que finalizó la construcción del proyecto.

El proyecto original de 1575 del maestro Simón González seguía las características propias de la arquitectura herreriana, caracterizada por darle un gran valor al rigor geométrico y a las relaciones matemáticas entre los distintos elementos y volúmenes. Aunque los primeros estudios buscaban modelos anteriores en la arquitectura de América Latina, los últimos que se han realizado han demostrado que Simón González tomó la inspiración de basílicas canarias y andaluzas.

Si bien los primeros planos datan del último cuarto del siglo XVI la obra completa no se finalizó hasta treinta siete años después, y las bóvedas finales no se le añadieron hasta el año 1653; casi un siglo después. Y es que la tardanza de construcción del proyecto no fue solamente por la lentitud que conlleva el levantar un templo de tales dimensiones.

En el año 1577 se empezaron a levantar los primeros cimientos que seguían las instrucciones del autor. El templo estaría compuesto de tres naves separadas por seis columnas con fustes cilíndricos con arcos de medio punto. Toda la construcción sería de piedra porque, según palabras textuales del autor que se recogen en el libro Cartagena de Indias: la Ciudad y sus Monumentos, “por ser más perpetua obra la de piedra que la de ladrillo”. Además, en todo momento, el autor vigiló que todo se hiciera como él lo había dispuesto, negándose a remodelar las dimensiones de la capilla y de la nave mayor para que tuvieran distintas alturas, ya que eso “sería afearla”.

Xilografía de la Catedral de 1871 (Imagen de Flickr con Licencia Creative Commons)


Cuando la catedral estaba casi terminada, la ciudad de Cartagena sufrió un asalto, conocido como el Ataque de Drake, dejando la obra casi destruida por completo. En esos momentos, el cabildo no tenía suficiente riquezas para reparar los daños, por lo que se siguió construyendo pero sin arreglar los desperfectos.

Hacia 1600, una vez que la obra estaba a punto de ser finalizada por segunda vez, de forma natural, sin “huracán ni tormenta”, la nave mayor y un lateral se desploman. Nadie se explicaba cómo podía haber ocurrido ese suceso. Después de las primeras revisiones se descubrió que la causa del derrumbe no había sido natural, sino que las cubiertas de las azoteas planas eran muy pesadas y la estructura no había podido aguantar todo el peso. El cabildo de la ciudad acusó como responsable a Simón González, se querelló contra él, pero finalmente éste se libró de los cargos.

Tras informar al monarca de lo ocurrido, éste a través de una cédula real del 20 de junio de 1602 envió un donativo de mil ducados con el que se pudo terminar la obra diez años después. Años más tarde se le añadieron las bóvedas y las campanas.

Cuatrocientos años de estar en pie y casi cinco siglos de una increíble historia.

Fachada de la Catedral actualmente (Imagen de Flickr con Licencia Creative Commons)

Fuentes: Marco Dorta, Enrique.Cartagena de Indias: la Ciudad y sus Monumentos (1951); Puig Grao, Arnaldo.Síntesis de los estilos arquitectónicos (1989), http://www.guiatodo.com.co

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