Casi diez mil kilómetros separan
a estas dos ciudades, pero desde el año 2001 tienen algo en común. Santiago Calatrava las ha unido dotándolas de dos puentes similares. En Sevilla, el
Puente del Alamillo une la ciudad con la Isla de la Cartuja; en Buenos Aires el
Puente de la Mujer abre una línea comercial entre la ciudad porteña y Puerto Madero. Pero, ¿son realmente iguales ambos puentes?
A veces la vista engaña y en este
caso es así. Si además a esto se le añade la dificultad de que este autor basa
sus obras puramente en la estructura, el engaño es mayor. Ambos coinciden en
ser puentes atirantados, pero los conceptos son totalmente diferentes. Mientras
que el puente sevillano es la figura de un arpa, el argentino representa a una
pareja bailando tango. A pesar de las dudas que plantea esta representación, la
idea de Calatrava era clara. El hombre está representado por el brazo vertical
que sostiene al tablero inferior que simboliza a la mujer. El puente encarna la
escena final del baile cuando la mujer se deja caer y el hombre la sostiene en
sus brazos, que en este caso serían los cables que unen a las dos partes.
Puente del Alamillo (Sevilla) (Imagen de Flickr con Licencia Creative Commons)
Puente de la Mujer (Buenos Aires) (Imagen de Flickr con Licencia Creative Commons)
Los materiales empleados en ambos
puentes son los mismos porque las piezas de los dos se hicieron en Vitoria, ya
que el acero empleado no se trabaja en Argentina.
Otra distinción significativa es
que el Puente de la Mujer es exclusivamente peatonal; a diferencia del Puente
del Alamillo que tiene una parte central del tablero peatonal y a su lado dos
carriles para vehículos. Pero lo que puede marcar más las diferencias es que el
puente porteño se abre. El tablero se divide en tres secciones, dos fijas en
los márgenes del dique y una rotativa que permite el paso de las embarcaciones
manteniéndose abierto hasta dos minutos. Este detalle puede hacer pensar que el Puente
de la Mujer es, en cierta medida, más sobresaliente. Sin embargo, el puente
sevillano tiene una nueva particularidad. El remate del mástil es un mirador.
Por el interior del mástil existe una escalera que lo recorre. Todavía no se ha
utilizado porque el espacio se ha reservado para un futuro ascensor que
facilitará una panorámica exterior.
También los momentos de su
inauguración no pudieron ser más dispares. La inauguración en Sevilla se hizo
el momento de mayor esplendor hispalense; la Exposición Mundial que le abrió
las puertas internacionalmente. Por el contrario, la inauguración en Buenos
Aires pasó desapercibida. El país del tango pasaba uno de sus peores momentos,
el famoso "corralito" que perjudicó a gran parte del país. Lo que sí es verdad,
es que ambos puentes abrieron una línea clave en la actualidad de las dos
ciudades. La Isla de la Cartuja, un espacio reservado para la innovación y la
tecnología sevillana y, Puerto Madero un antiguo puerto comercial convertido a
partir de este momento en uno de los lugares más selectos y exclusivos de la
capital argentina.
Fuentes: Tzonis, Alexander. Santiago Calatrava: Obra Completa (2007); Obras singulares ; Plataforma Arquitectura
Fuentes: Tzonis, Alexander. Santiago Calatrava: Obra Completa (2007); Obras singulares ; Plataforma Arquitectura
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