Dentro de las I Jornadas Somos Capaces: Discapacidad y Universidad llevada a cabo durante esta semana por la
Universidad de Sevilla, también hubo un espacio para la arquitectura.
La encargada de hablar sobre la
adaptación del entorno fue Aurora Ortega Almagro, arquitecta y profesora de la
universidad hispalense. Aunque contó con poco tiempo para realizar su
intervención sus nociones fueron claras.
Comenzó su discurso analizando lo
que hace unos años significaba el concepto “accesibilidad universal”. Hasta
hace unos años, se pensaba que la accesibilidad universal se basa solamente en
eliminar las barreras arquitectónicas. Actualmente, el concepto es más amplio;
son las condiciones que deben cumplir no sólo los espacios sino que también son
las comunicaciones, los teléfonos, los ordenadores y el acceso a ellos. Esto es
algo que ahora se exige a todos los servicios.
Durante la intervención deja
claro que la accesibilidad no sólo se debe pensar para las personas
discapacitadas como se pensaba hace años; sino que la accesibilidad es para
todas las personas porque “todos tenemos alguna discapacidad”, afirma la
arquitecta.
Aurora Ortega Almagro y la intérprete de LSE durante la conferencia (elaboración propia)
A continuación, enuncia lo que
todo edificio debe cumplir para ser accesible. Son tres los principios básicos:
seguridad, comodidad y autonomía. Ésta última quizás la más importante. La
persona tiene que poder utilizar las cosas con verdadera autonomía, si no, la
accesibilidad no existe. Recalca que hay muchos proyectos que presumen de estar
adaptados, pero sin embargo esta adaptación no es tal.
Agota el tiempo de su
intervención mostrando ejemplos de algunos de estos proyectos que presumen de
ser accesibles, pero que no cumplen la normativa. Sin duda, la intervención se
hizo corta y los asistentes se quedaron con ganas de saber más sobre el tema.