martes, 20 de noviembre de 2012

Juan Sabbagh: “No hay proyecto chico”


El arquitecto chileno Juan Sabbagh dejó boquiabiertos a todos los asistentes a la conferencia que dio en la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla. Su experiencia personal, que dejó para el final, animó a todos los estudiantes que terminan la carrera este año y están desconcertados por lo que pasará en un futuro con su profesión y la crisis económica.

Después de su presentación, muestra a los asistentes algunas obras que para él son consideradas importantes. Sabbagh va explicando los proyectos y a la vez el porqué son así, relacionándolo con las condiciones, tanto climáticas como geográficas, de Chile.

A continuación, pasa a uno de los puntos que para él es importante: el cliente. El arquitecto chileno considera que lo primero que se debe hacer es evaluar al cliente, fijarse si te escucha y te respeta, y no sólo se fija en lo económico. Para él, el éxito de un arquitecto frente al cliente es la seguridad. Considera que si el arquitecto se muestra seguro ante el usuario, lo tiene todo ganado.






Juan Sabbagh durante la conferencia (elaboración propia)


Lo curioso de la conferencia vino de la presencia entre los asistentes de una chilena que contó cómo se ve a este arquitecto en su país natal. Ella cuenta que, actualmente en Chile, hay muy pocos arquitectos que tengan la capacidad de crear los proyectos que Sabbagh hace. Entre toda esta explicación da la clave para él éxito: “arquitectura no es sólo la edificación, es el grano que cada uno pueda poner y que permita guiar al resto”.  

Juan Sabbagh comenta que él sabe perfectamente lo que es la angustia de terminar una carrera y no saber qué es lo que va a pasar, pero afirma que la seguridad es lo principal. El autor deja para el final de su intervención lo que todos los asistentes estaban esperando: su experiencia personal.

Sabbagh se graduó en el año 65, un año en el que las dificultades políticas en Chile afectaban a todos los ámbitos. La inflación estaba por las nubes y todas las empresas se vieron afectadas por los diferentes modelos económicos impuestos en esos años tan convulsos. Consiguió su primer trabajo con 37 años. Desde los 25 años hasta esa edad no hizo nada. Iba al estudio, pero no tenía trabajo. Para él, la cuestión está en saber esperar y tener la certeza de que uno vale para lo que está haciendo. El arquitecto tampoco debe rechazar ningún encargo, no debe pensar que es un gran arquitecto y que sólo se puede dedicar a grandes proyectos. Hay que hacer los pequeños encargos porque a partir de ahí se abren las posibilidades. Como él dice “no hay encargo chico”.

Con estas palabras animaba a todos los asistentes a que no se desanimen y sigan creyendo que valen para lo que están haciendo; siempre con paciencia y optimismo.

 Fuentes: Conferencia de Juan Sabbagh (elaboración propia)

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